Informte Gratis

domingo, 10 de noviembre de 2013

Buscando El Dorado se encuentra en Amazona y San Martin.

Buscando El Dorado se encuentra en Amazona y San Martin.


En la forma ya descrita están las bases materiales que explican como ese mito se generó, cristalizó y generalizó muy rápidamente. Y tanto que en 1539 ya era eso lo que estaba buscando Gonzalo Pizarro. Históricamente los acontecimientos del Rescate y del Coricancha habían ya ocurrido cuando Gonzalo Pizarro, mandado por su hermano Francisco (primer gobernador español del Perú), salió del Cuzco en 1539 en busca de El Dorado (y también de otras tierras míticas: del Clavo y la Canela). Del Cuzco, con más de un centenar de otros conquistadores y millares de los indios vencidos (literalmente en condición de esclavos para servir, cargar, etc), Gonzalo marchó hasta Guayaquil dónde encontró a su primo Francisco de Orellana. Juntos entrarían en tierras cada vez más al Oriente, bajando hasta la selva tropical en un viaje que culminaría en 1541 cuando Orellana (que por órdenes de su jefe Gonzalo se había separado de él pero, rebelándose contra las órdenes de su jefe, no regresó para re-encontrarlo) por casualidad encuentra, y navega hasta su desembocadura, al río que, a partir de lo que escribió el cronista de esa expedición Francisco de Carvajal, pasará a ser conocido como Río Amazonas. Se inició así la incorporación de la Amazonía a la historia occidental a un costo asesino: todos los indígenas obligados a acompañarlos murieron y, a su paso, todas las aldeas de los pueblos nativos amazónicos, que defendieron valientemente sus territorios, fueron atacados e incendiados. No se encontró El Dorado pero sí la más vasta floresta continua tropical de la Tierra de casi 7 millones de kilómetros cuadrados (compartida actualmente por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y Guyana Francesa, colonia de Francia), la más rica en formas de vida vegetal y animal de la masa continental mundial, la más importante fuente de  agua corriente de superficie del mundo, etc. Pero su incorporación a la historia mundial, que no ha terminado hasta hoy, fue de forma colonial (o sea, explotadora, destructiva y racista). El mito de El Dorado, como parte de esa razón colonial que emergía, fue transformándose en propulsor importante de la penetración destructiva, por parte de Occidente, en los vastos territorios del interior de América del Sur.
 


Resulta evidente que sin la búsqueda de las riquezas metalíferas de El Dorado difícilmente habrían existido las expediciones, todas destructivas, de: Gonzalo Pizarro – Orellana, Sir Walter Raleigh y de los portugueses (penetrando y expandiéndose cada vez más a través de la Amazonía. Y las bases materiales (históricas) directamente relacionadas con ese mito están en El Cuarto del Rescate y en el Coricancha. Las otras cosas importantes vinculadas a ese mito no han sido encontradas hasta hoy: ni el Gran Paititi ni el oro del Príncipe acumulado en el fondo de un lago. Estas, por lo menos hasta dónde este autor conoce, continúan ocupando el territorio de las meras leyendas: por eso su espacio es el mítico y no el histórico.

sábado, 9 de noviembre de 2013

El otro tesoro: El Coricancha.

El otro tesoro: El Coricancha.

Palabra Quechua que en castellano significa Cerco o Jardín de Oro. En 1535, después de quebrar la resistencia Inca y masacrar la población del Cuzco, fue saqueado y destruido lo que era el máximo templo Inca dedicado al Sol, El Coricancha. En este caso, hasta por su nombre, era obvio que paredes enteras del templo estaban cubiertas de oro, plata y piedras preciosas. Tenía también una gigantesca representación en oro del dios máximo Inca, el Sol (Inti) y otra, de proporciones similares, en plata, representando a la diosa Luna (Quilla). En el Coricancha reposaban las momias de los Monarcas Incas acompañados de sus tesoros. Reposaban en un jardín artificial (nuevamente, llévese en cuenta el otro significado del nombre Coricancha) constituido por esculturas que representaban, en tamaño natural, animales (por ejemplo llamas)  y plantas hechas de oro y plata adornados con piedras preciosas. Todo el mundo conoce esa historia como también que la ignorancia, barbarie y codicia de los conquistadores fue tal que todas esas maravillas fueron  fundidas, transformadas en lingotes para facilitar su transporte destruyéndolas al punto de no dejar casi nada generándose  así, por mucho tiempo, la idea de que los Incas y las otras Civilizaciones del Mundo Andino no sabían esculpir.
Por segunda vez los europeos encontraron literalmente una montaña de oro El oro y tesoro de los Incas era una realidad objetiva y por tanto tenía que existir, así debían razonar los muy codiciosos conquistadores, otro lugar con tesoros aún más grandes:
 

El tesoro que Atahualpa pagó por su Rescate.

El tesoro que Atahualpa pagó por su Rescate.

Atahualpa, por su vida, hizo a Pizarro (quien aceptó) la siguiente oferta: llenaría el cuarto en que estaba preso, una vez con oro y dos veces con plata, hasta la altura a dónde llegaría el dedo medio de su mano derecha levantada estando de pié, contra la pared. Ese cuarto tenía aproximadamente 6.00 X 6.00 X 2.30 (más o menos la altura a la que Atahualpa llegó). O  sea, 6 mts. X 6 mts. X 2.30 mts.= 82.80 mts.3 o, redondeando, aproximadamente un volumen de 82 metros cúbicos o  82 toneladas (así Pizarro recibiría, en toneladas,  casi 82 de oro y 164 de plata). Atahualpa había pagado más o menos la mitad cuando le quedó claro que Pizarro lo traicionaría y mataría; entonces, secretamente, mandó que lo no pagado fuera escondido, nadie sabiendo hasta hoy dónde. Otra razón por la cual Atahualpa mandó que no se pagara más fue porque, finalmente, se convenció que el cuarto jamás se llenaría ya que, como se dice hasta hoy Cajamarca, “se lo llenaba de día y se lo vaciaba en la noche” Nuevamente allí se dio el choque de dos civilizaciones con visiones del mundo diferentes: la indígena que cumplía con la palabra empeñada y por eso llenaba; la occidental - española que no cumplía, mentía y así vaciaba porque lo único que le importaba, a cualquier costo, era obtener la mayor cantidad de metal precioso posible. Por estas razones nunca será posible saber cuanto pagó Atahualpa.
Pero asumiendo que hubiera pagado la mitad, o sea, 41 toneladas de oro y 82 de plata. Los cálculos que siguen no son exactos pero sirven para ilustrar la veracidad de la hipótesis siguiente: lo pagado por Atahualpa fue el rescate individual más alto (o sea, caro) que registra la historia humana. A precios actuales eso significaría lo siguiente. La onza troy, utilizada corrientemente en el mercado mundial para los metales preciosos, equivale a 31.1034768 gramos (para ayudar en los cálculo se redondea a 32 gramos). Así, un kilogramo (mil gramos) dividido entre los 32 gramos de cada onza troy resulta aproximadamente igual a 32 onzas troy. El precio de la onza troy es de USA $ 951.00 (novecientos cincuenta y un dólares).  Entonces, el precio de un kilogramo de oro es igual a 32 onzas X 951 = USA$ 30,432 (treinta mil cuatrocientos treinta y dos dólares). Así, una tonelada de oro es igual a USA$ 30,432 X 1000 (mil) = USA$ 30’432,000 (treinta millones y cuatrocientos treinta y dos mil dólares). Y así, cuarenta y un  toneladas de oro tendrá un precio igual a 41 X 30’432,000 = USA $ 1,247’712,000 (mil doscientos cuarenta y siete millones y setecientos doce mil dólares).
Haciendo exactamente lo mismo con las 82 toneladas de plata y llevando en cuenta que la onza troy de plata tiene por precio USA $ 14.45 (catorce dólares y cuarenta y cinco centavos),  el precio de un kilogramo de plata será igual a: 32 onzas X 14.45= USA$ 464 (cuatrocientos sesenta y cuatro dólares). Entonces la tonelada de plata será igual a: 1,000 X 464 = USA$ 464,000 (cuatrocientos sesenta y cuatro mil dólares). Y el precio de 82 toneladas será resultado de: 82 X 464,000 = USA$ 38’048,000 treinta y ocho millones y cuarenta y ocho mil dólares). Sumando el precio de las 41 toneladas de oro = USA $ 1,247’712,000 más el de las 82 de plata = USA$ 38’048,000 da un total de USA$ 1,285’760,000 (mil doscientos ochenta y cinco millones y setecientos sesenta mil dólares).
Así, lo pagado por Atahualpa por su rescate habría sido de USA$ 1,285’760,000  lo cual, sin duda alguna, es absolutamente fabuloso. Casi no hay palabras para describirlo y más si se lleva en cuenta el corto tiempo en que fue reunido (pocos meses entre la captura y la ejecución de Atahualpa) o sea, otra prueba de su abundancia por la facilidad para juntarlo. Aún asumiendo un margen de error extremo o sea que se hubiera pagado un décimo de esa cantidad aún así lo pagado por Atahualpa resulta fabuloso, casi único en la historia humana.


Por otra parte si esas cifras hasta hoy tienen un peso deslumbrante, en el siglo XVI sus  equivalentes tenían un peso mucho más grande (como se verá después). Nunca hasta entonces los ambiciosos europeos habían tenido frente a sí tantos metales preciosos juntos lo cual, pocas dudas se tiene, debió contribuir a dar rienda suelta a su ambición ilimitada consolidándose y generalizándose así la idea de que debería existir otro lugar con riquezas aún más extraordinarias y fáciles, casi esperando para ser agarradas y expropiadas usándose, claro, cualquier medio. Por eso no sorprende que, históricamente, el Mito de El Dorado haya surgido después del hecho real del Rescate. Y fue posterior también a otro gran hecho histórico, fabuloso también, como fue el saqueo del Coricancha.

Oro del Perú


Oro del Perú Del Cuarto del rescate al mito de El Dorado


El mito de El Dorado, aquella ciudad perdida en algún lugar de Sudamérica, hecha totalmente de oro, surgió en el imaginario occidental gracias a los relatos del rescate de Atahualpa y Coricancha.
Palabras clave: mito, El Dorado, Perú, oro, minería

El estado actual del Cuarto del Rescate fue otro de los temas tratados en la Audiencia Regional... se encuentra rodeado por viviendas, por lo que la Beneficencia Pública [de Cajamarca] realiza gestiones a fin de liberar de ese entorno a este monumento histórico

Uno de los estudios... sobre el potencial minero de la región Cajamarca señala que el valor de las reservas mineras está en el orden de los 142 mil millones de dólares.


I. El Mito.
¿Podría haber aparecido en el imaginario español (y occidental) el poderoso mito de El Dorado sin la existencia real (material, tangible y mensurable) del fabuloso tesoro del Cuarto del Rescate y del Oro de los Incas? La respuesta es simple: NO. Y es NO por lo siguiente.
Ese mito, surgido entre los españoles y que sería una de las grandes ideas -  fuerza que impulsarían su expansión cada vez más al interior de América del Sur, dice lo siguiente. Caminando desde la costa del Pacífico y  cruzando los Andes, en algún lugar al Oriente (o sea en alguna parte de la inmensa región sudamericana que desde 1542 sería conocida como  Amazónica) se encontraría una ciudad secreta, construida toda de oro (paredes, templos, etc),  capital residencial de un poderoso Rey Indígena y su corte. Ese Rey era de una sociedad que tenía por dios al Sol y por eso la ciudad era construida de oro para rendirle pleitesía siempre ya que ese metal era considerado encarnación terrena de esa divinidad. Otra versión de ese mito dice que un Príncipe Indígena diariamente se cubría con polvo de oro y, en un lago, se bañaba retirando el oro de su cuerpo el que, por su peso, se depositaba en el fondo. Ese Príncipe, también adorador del Sol, anualmente viajaba hasta el centro del lago en una balsa cargada de objetos auríferos los que, ritualmente, eran tirados al agua: así por siglos.

II. La realidad detrás del mito.
La Historia muestra que en 1532 territorios que hoy conforman el Perú tuvieron la desgracia de comenzar a ser invadidos por conquistadores españoles los que eran comandados por el analfabeto y ex - criador de cerdos Francisco Pizarro. De todas las consecuencias de esa historia muy infeliz lo que interesa recuperar aquí es lo siguiente.
En noviembre de 1532 Atahualpa, históricamente el último de los soberanos Incas, descansaba en su residencia de invierno de Cajamarca tomando baños en las aguas termales de esa ciudad. Entonces fue que aceptó la propuesta de embajadores de Pizarro para un encuentro que, por consenso entre las partes,  fue denominado de pacífico razón por la cual aceptó presentarse con su ejército desarmado. El encuentro fue el 16 de noviembre. Allí Atahualpa y todos los otros  Incas de su séquito fueron sorprendidos porque los españoles quienes, guiándose por sus principios de usar cualquier medio para obtener victorias, habían mentido pues repentina y traicioneramente atacaron y capturaron al Monarca Inca. Posteriormente lo asesinarían, aplicándole la pena del garrote. Este capítulo de la historia pasó a ser conocido como El Rescate

QUIEN DIJO QUE NO SE PUEDE GANAR DINERO POR INTERNET

¿¿¿¿QUIEN DIJO QUE NO SE PUEDE GANAR DINERO POR INTERNET???? Acá te enseño como hacerlo. y todavía te pagan en Euros así es, tal como lo estas leyendo  ok????
les enseñare todos mis trucos, no tienes que gastar nada, todo es gratis. y eso es lo mejor de todos

lo primero es lo que tienes que hacer es lo siguiente: Inscribirte y Registrarte directamente desde la pagina principal de esta web. haciendo Clic Aquí:


MePagan.com

CUANDO YA TE AYAS REGISTRADO VUELVE A TU CORREO PARA QUE CONFIRMES EL REGISTRO.

después te pedirá una cuenta E_gold o Paypal para que te pueda enviar el dinero  que ganaras,
ve a esas paginas e inscríbete, sigue los pasos que te piden esas webs.






Una ves logrado eso  ya están listos para ganar dinero haciendo clic y leyendo Emails. y les recomiendo a


Ganancias Actuales

Editar tu Cuenta

Links Referidos

Centro de Canje

Pagina de Inicio

Historico de Cuenta

Pagos por E-Mails

Pagos por Clicks

Pagos por Registro

Usuario Premium

Juegos

Sistema de Tickets
ANUNCIANTES (Acceso a Estadísticas)
 



Ganancias de estos últimos 2 días.
Elger Flores Marchena


Ganado por lectura de emails:1.5090 €
Ganado por clicks:0.0960 €
Ganado por registros:2.5500 €
Bonus especiales de MePagan.com:0.5000 €
Dinero ganado varios:3.2100 €
Dinero solicitado/penalizaciones:0.0000 €
a nadie le hace mal en el bolsillo unos 30 a 40 euros al mes, sin hacer casi nada. que esperan aprovechen mis trucos ahora....



MePagan.com

Elger Marchena
Webmaster:  www.tocachecity.com

viernes, 8 de noviembre de 2013

Leyenda del Muki o muqui asociada al oro

El Muki ó Muqui andino

 
Existe una leyenda urbana en los andes centrales de Perú acerca del Muki o Muqui, el cual es al parecer un duende que habita en las minas en especial las profundas, por ello solo su existencia se centra al espacio subterráneo (en otras palabras solo en el interior de la mina). El Muki desarrolla una conexión con los trabajadores del socavón a los cuales escarmienta o ayuda decisiones que el mismo ente decide.

Conforme pasa el tiempo su descripción varia dependiendo la época, relatos de mineros en los años 30´s decían que recorría socavones sosteniendo una pequeña lámpara de carburo vistiendo con un poncho hecho con lana de vicuña, en la cabeza llevaba 2 pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave y encantadora. Ahora en nuestros días quienes han percibido su presencia refieren que no es muy diferente aunque ahora viste con ropa de minero, algunos poseen botas de agua y hasta usan linternas eléctricas de batería posiblemente hurtadas de los mismos mineros.
La leyenda del Muki se encuentra muy extendida en el ambiente minero de los andes peruanos, no han sido pocos los que han sido testigos de su existencia así como de sus travesuras o bondades según haya sido su suerte, incluso puede ser que tome la apariencia de un animal el cual ya de por si es extraño que este dentro de la mina, o de un hombre blanco y rubio el cual se presenta con  los mineros muchas veces para engañarlos y hacer una de las suyas.
Muki significa húmedo o humedad en quechua, por eso se dice que suele aparecer en lugares cercanos al agua, aunque también puede ser una derivación de Mukiq que significa “el que asfixia” el cual se puede pensar que está asociado a los gases letales que pueden estar en algunos lugares bajo tierra.
En los departamentos mineros de Perú la descripción de este ser es la misma mas el nombre como lo reconocen varía dependiendo la región, por ejemplo en Arequipa lo conocen como Chinchilico, en Puno Anchancho, en Pasco Muki y en Cajamarca Jusshi. Se puede pensar que el Muki guarda relación con las diferentes criaturas con las mismas características en distintos lugares del mundo, que también tienen una conexión muy fuerte con la tierra como los leprechauns en las minas de Irlanda ó los entes benignos que habitan en las minas de estaño de Cornualles y Devon, puede que solo sea una extraña coincidencia el hecho de que se cuente historias de seres pequeños en trabajos subterráneos, pero como dicen algunos “las coincidencias de esta manera no existen”.
 

El Muki o Muqui dueño del oro y las minas

Muqui (mitología)

El muqui, muki o anchancho,


 es un duende de la mitología de los Andes centrales en Bolivia, Perú, Ecuador, y Colombia; el cual se caracteriza por ser minero y, como tal, su existencia está circunscrita al espacio subterráneo: el muqui habita en el interior de la mina.
La palabra Muqui resulta de la castellanización del vocablo quechua murik, que significa "el que asfixia" o muriska "el que es asfixiado". En su vertiente huancavelicana, la palabra muqui sugiere "el acto de torcer", "ahorcar". Por ello, los antiguos mineros inconscientemente, identificaron al Muqui con el sílice, polvo letal que produce la enfermedad de la silicosis. Aunque también Muki en quechua significa "húmedo" o "humedad". De ahí se dice que el Muki aparece en los lugares donde hay agua.
A pesar de la distancia y el aislamiento de los campamentos mineros, la creencia y la descripción del Muki es, prácticamente, la misma en la sierra desde Puno, en el sur hasta Cajamarca en el norte del Perú, en el centro hasta Pasco, aunque su nombre varía en algunos lugares. En Arequipa, por ejemplo, se le llama “Chinchilico”; en Puno, “Anchancho” en Pasco y la región andina de Bolivia, “Muqui” y en Cajamarca, “Jusshi”. Todas estas ciudades están localizadas en el Perú.
La fusión (sincretismo) de la cultura indígena con la cristiana, supuso también la inclusión de creencias occidentales con respecto a este mito, tal como que las principales vícitimas de estos duendecillos era los niños moritos, aquellos que aún no habían recibido el bautismo; incluso se menciona en algunos lugares del sur del país, que son estos niños no bautizados, eran quienes se convertían en los duendecillos. Según antiguos relatos, Los niños que no son bautizados, son raptados por los duendes, los cuales viven (o se esconden) en las higueras o platanales, para que se conviertan en uno de ellos. El niño que se encuentra con estos seres, aparte de recibir un gran susto adquiere una piel muy pálida, por lo que se recomienda llevar lo más antes posible a una iglesia para que reciba el Sacramento.
La creencia en el Muki surgiría tanto de las antiguas tradiciones andinas sobre los demonios y pequeños seres que pueblan el “Uku Pacha” o mundo de abajo, como de los propios temores y de la necesidad de los trabajadores de encontrar una explicación a las cosas extraordinarias que suelen ocurrir diariamente en la labor minera.
Como se advierte, en el imaginario popular, no existe un solo tipo de Muqui. Así como hay diversidad de elfos mineros a nivel universal, existen también variedades de Muquis en el mundo subterráneo de los Andes. Se les conoce por los lugares en que se hicieron visibles. Sus diferencias son formales antes que de esencia. Así tenemos Muquis de Huacracocha, de Goyllar, de Morococha, de El Diamante, de Santender, de la Mina Tentadora, de la mina Julcani, de Excélsior, por citar algunos de los más conocidos de una inacabable relación que corresponde a la tradición oral de las minas.

Fisonomía, vestimenta y costumbres

De estatura pequeña, el Muqui no excede los cincuenta centímetros, perteneciendo, estos seres, a la categoría de los enanos.
Para la tradición cerreña, el Muqui es un ser pequeño, de cuerpo fornido y desproporcionado. Su cabeza está unida al tronco, pues no tiene cuello. Su voz es grave y ronca, no concordante con su estatura. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante. Su rostro es colorado y está cubierto de vellos. Posee una barba larga, del color blanquecino de la alcaparrosa. Su mirada es penetrante, agresiva e hipnótica, de reflejos metálicos. En otras tradiciones mineras, su cabeza presenta dos cuernos. Éstos le sirven para romper las rocas y señalar las vetas. Su piel es muy blanca y lleva colgado de la mano un farolito (cf. Sosa y Tamara). Además tiene las orejas en punta. (La influencia occidental es nítida en este aspecto de la representación. El diablo, originario de la cultura etrusca y difundido extensamente en el bajo medioevo por el catolicismo, ha sido vinculado con los duendes mineros. Los metalarios del periodo inicial de la alquimia, atribuían a los duendes, gnomos, kobolds y al diablo mismo, las perturbaciones en el tratamiento de los metales. Por ejemplo, el nombre del cobalto deriva de kobold (duende escandinavo) y níquel del diablo mismo, como lo llamaba un sector de alquimistas.)
Habitan en lugares desérticos, atacan produciendo bastante miedo a sus víctimas o adversarios, se dice que suelen llevarse niños solos e indefensos; un secreto de personas antiguas para enfrentarlos es quitarse el cinturón o correa de los pantalones y darles con el cinturón con mucha fuerza sin dejarse vencer por el miedo.
Su descripción varía de acuerdo a la época. Antiguamente, por la década de los años 1930, se decía que recorría los socavones sosteniendo en la mano, una pequeña lámpara de carburo, abrigado con un poncho hecho de lana de vicuña. Tenía en la cabeza dos pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave. En la actualidad no es muy diferente, aunque ahora vista ropa de minero, botas de agua y use una linterna eléctrica a batería. A veces el pequeño duende toma también la forma de animal o de un hombre muy blanco y rubio para presentarse a los mineros y engañarlos.
La leyenda del Muqui, se encuentra ampliamente extendida en el ambiente minero de los Andes Centrales.
Consecuente con las exigencias del trabajo, el Muqui usa casco, ropa de minero y calza botas claveteadas. En otras tradiciones, se le representa como un geniecillo vestido de verde musgo, a veces con una finísima capa de vicuña o con el traje impermeable que usan los mineros. Generalmente, porta en la cintura una lámpara, ya de carburo, ya eléctrica, según el avance teconológico de la mina. Lleva un shicullo, soga de pelos de la cola del caballo, atado a la cintura. Camina como pato, pues sus pies son de tamaño anormal. Sus extremidades inferiores pueden adoptar la forma de las patas de un ganso o cuervo. Asimismo, pueden tener la punta hacia atrás. Por ello su ropa les cubre hasta los pies. Los curiosos esparcen ceniza o harina en su camino para auscultar la huella que dejan a su paso.
El Muqui puede andar solo o acompañado: refieren, algunos informantes, episodios protagonizados por varios Muquis formando grupos; otros dan fe sobre su inclinación de vivir solos. Pueblan, estos seres, un mundo de eterna oscuridad, sin tiempo. No se le ha visto envejecer, pareciera que el tiempo no le afecta. Y, en su sorprendente existir, se torna visible o invisible a los ojos mortales. Los Muquis gustan de lanzar penetrantes silbidos. Éstos, anuncian peligro y salvaguardan a los mineros de su simpatía. En otras ocasiones, producen desconcierto y miedo. Los Muquis, son comunicativos. Hablan a los oídos, conversan en los sueños, poseen un extraño poder premonitorio. Esta energía dialogal es sentida, vitalmente, por las gentes de las minas. El Muqui no gusta de los agnósticos. Le molesta que duden de su existencia.
El Muqui se inmiscuye en el destino de los trabajadores del socavón, gratificándolos o escarmentándolos. Es un misterioso enano conocido como el dueño de las minas.
El Muqui es un duende investido de poder. A su voluntad, hace aparecer o desaparecer las vetas (veta de oro). Está atento a las obsesiones, resentimientos, ambiciones y frustraciones de los mineros. Y, al tiempo que demuestra simpatía hacia unos, genera castigo y escarmiento a otros. Puede aliviar el trabajo, ablandar las vetas o endurecerlas, si prefiere. Suele conceder favores, establecer pactos, sellar alianzas, llegar a acuerdos a plazo fijo, que cobra puntual e inexorablemente. Pues, estos donantes de la buena o mala suerte, poseen un código de honor preciso y reservado. Su ética exige discreción y reciprocidad en sus pactos. De allí que los amigos del Muqui sean personas de opiniones reservadas y criterios parcos.
La mayoría de relatos coinciden en que es posible atrapar al Muqui y hacer “pacto” con él para enriquecerse. En el caso más frecuente el enanito de las minas ofrece al trabajador hacer su “tarea” a cambio de coca, alcohol y hasta de la compañía de una mujer para mitigar su soledad. Pero casi siempre el resultado del pacto es trágico, pues a la larga de una u otra manera el minero incumple y el Muqui se venga quintándole la vida.
El Muqui se abstrae en el juego o el trabajo. Por esa razón bien puede observársele sin que lo advierta. En esa circunstancia, los audaces, logran cogerlo y sujetarlo con el shicullo. En tal caso, al Muqui "se le amarra sólo con soga de cerda de caballo, porque hasta el alambre lo rompe" (cf. Huanay: 78-79). Enseguida, se lo cubre con la misma ropa de su captor. Este secreto, lo inmoviliza. Ha habido mineros que habiéndolo amarrado lo han amenazado con llevarlo a la luz y el Muqui se ha vencido, sabedor de su debilidad: los reflejos del sol lo desvanecen y matan.